Mostrando entradas con la etiqueta Teatro La Strada. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Teatro La Strada. Mostrar todas las entradas

FRUNJIR Y DIALOGAR TODO ES EMPEZAR

Foto promocional
David Guapo está de gira con su #quenonosfrunjanlafiesta y, como no, se pasa por Madrid por el Teatro La Strada. Lleno a rebosar es como se encuentra el teatro cuando sale al escenario. Él, su micrófono, su banqueta alta y su guitarra. Ninguna escenografía para su monólogo, perdón, diálogo. Porque él habla pero le habla al público. Entabla con él un diálogo —aunque es David Guapo quién lleva la voz cantante—. El público que parece muy acostumbrado a los tejemanejes de Guapo le responde, le pregunta y se deja vapulear por sus mofas. Y todo son risas, risotadas y carcajadas durante toda la actuación. Cierto es que el público se lo pasaba muy bien, pero al menos, a mi alrededor no dejaban de hablar y juguetear con sus móviles, algo que a mi parecer es bastante irrespetuoso y frunjidor tanto para el que actúa como para los que quieren disfrutar de lleno del espectáculo. ¡Qué le vamos a hacer!
David Guapo hace un recorrido por temas de todo tipo y de la más rabiosa actualidad. Nos enfrenta al irremediable exceso de esos raros anuncios publicitarios donde, tanto dentro como fuera de contexto, suenan mal y hacen al público morir de risa. Busca las cosquillas desmembrando los entresijos de series y canciones. No pierde la oportunidad de recurrir a la más que trillada guerra de sexos porque siempre hay algo que no nos mola de nuestras parejas, para él está más que claro. David Guapo tiene ya mucha experiencia en esto de los monólogos, digo diálogos, y sabe como meternos a todos en sus bolsillos. No vas a perder onda de lo que cuenta ya que su retórica es sencilla, algo del día a día, aderezándola con sus «palabros», de sobra conocidos, que hacen las veces de eufemismos. Si ya has disfrutado de alguno de sus monólogos Club de Comedia y te han gustado, su espectáculo no te va a defraudar ya que es igual, pero en versión extendida. Y como no, al final, ¡cancioncilla al canto! —porque de todos es conocido que David Guapo antes de hacer monólogos, digo diálogos, era músico—.
Te lo estamos adelantando con tiempo para que no te quedes sin entradas. Recuerda que estará los días 24 y 27 de abril y 01, 04, 08, 09 y 11 de mayo en diferentes horarios en el Teatro La Strada Gran Vía.


¡Frunjir es vivir!

Apunta; Vir Casanova
@vir_Casanova

ME LLAMO CHICO REQUENA, COMO YO

Chico Requena llega a Madrid y se presenta con toda su grandeza en La Strada Gran Vía Teatro. Se ha traído de su Málaga su Talento para el fracaso, que tiene de todo menos fracaso, ¡ahí nos la ha pegado! Un monólogo con mucho humor, inteligente, sarcástico, agresivo con quién lo merece, incorrecto —políticamente—, elegante, musical, poético… Chico Requena sabe lo que dice y para quién lo dice. Juega a reírse de sí mismo y eso le da pie para reírse, al tiempo, del resto de los mortales, ¡fantástico! Hace un ejercicio oratorio impecable con sus latentes silencios y sus grandes subidas de tono, todo en su justo momento. No obvia detalles, no dice lo que gusta y grita a los siete vientos verdades tan grandes como su espectáculo. No aparenta ni disimula, todo lo contrario, va de cara y de frente. Nos regala la risa de chascarrillo y nos cuela como un gol la frase del día, aquello que piensas y te callas por si las moscas. Habla en tono biografía, cuenta sus pericias, sus pequeños fracasos, sus grandes días. Y cuando te relajas arremete con las verdades escondidas, las que están y son pero pasan de puntillas, como disimulando. Él las saca, no a relucir, las pone un neón y te las muestra en todo su esplendor. Y así, de poco a mucho y de mucho a todo, te deja la mandíbula desencajada. No anda solo Chico Requena por el escenario, le acompañan su poesía y Elena Brú con su guitarra tuneada de topitos flamencos, su voz dulce y sus bellas canciones.  No necesita escenografía, de hecho, en esta ocasión le ha tocado la de sus compañeros de escena Una semana… nada más. Tampoco necesita un rebuscado juego de luces ni sonidos.  Chico Requena va a pasar todos los domingos a las 21h hasta el 20 de abril por La Strada Teatro para descongelarse un ratito contigo. Yo ya lo vi y ahora te toca a ti. ¿Te lo vas a pensar? 
Chico nos pidió un favor y ahí va: a quién corresponda del imperio Inditex, por favor, las tallas Xl que sean para los Xl. 
Gracias.  


Apunta: Vir Casanova

@Vir_Casanova




Intervienen: 
Chico Requena y Lena Brú

ADIVINA QUIÉN VIENE ESTA NOCHE

Cartel de la obra
La Strada Gran Vía Teatro reestrena la obra Una Semana… nada más tras haber estado programada a mediados del año pasado en el Teatro Maravillas de Madrid. Obra de Clément Michel dirigida por Gabriel Olivares, director que tiene y ha tenido en cartel grandes éxitos del panorama teatral. Una semana… nada más es la historia de un trío o, mejor dicho, de una pareja y un amigo, donde las mentiras ayudan a encubrir más mentiras hasta hacer una madeja de difícil desenredo. Pablo y Sofía viven juntos, desde hace poco tiempo, y todo parece estupendo para Sofía pero terrible para Pablo. Martín, amigo de Pablo, confidente de sus nuevos deseos se embarca, sin querer, en la trama que este tiene preparada para dejar a su novia pero sin que lo parezca. Parece un lío. Pues eso es lo que es, ¡un lío padre y muy señor nuestro! Un vodevil en toda regla, con sus entradas y salidas, sus portazos, esas historietas mal contadas que provocan la intriga del que no sabe, esos juegos de acciones y palabras equívocas que provocan las risas de los espectadores y el enredo total en escena. Mentiras, que llegado un punto, ni los mismos personajes saben distinguirlas de la realidad.
Cómo algo tan sencillo de resolver conversando, discutiendo —tan sanas y esclarecedoras que son las discusiones— se puede convertir en algo tan complicado y destructivo a base de mentiras. Todo por no tener el coraje y la gallardía de decir lo que se piensa sin tapujos ni embustes. A todos nos ha pasado, y nos sigue pasando, que tenemos que tragar saliva y hacer o decir, por mucho que nos duela, cosas que son dolorosas pero necesarias a la vez. En el caso de nuestros personajes, todos adolecen de esa falta de sinceridad y arrojo ante las adversidades de la vida. Unos por efecto y otros por defecto, pero no se salva ninguno.
Los actores tienen la buena intención de interpretar a estos personajes con personalidades bien marcadas pero que a lo largo de la representación van transformándolas según el grado de falsedad al que se han visto abocados. Todos hacen una interpretación buena y correcta, dentro del tipo de representación al que se enfrentan, donde las poses exageradas y el cliché de algunas acciones son casi necesarias para el devenir de la obra. Es quizás el personaje de Pablo (Antonio Hortelano) el que llega a parecer, hacia el final de la obra, una persona totalmente distinta a la que vimos en un primer momento. Mucho más amanerado y blandito.
Un único marco escénico engloba toda la representación: el salón de una casa. Con un escenografía muy lograda y amoldable a todas las escenas que tienen lugar en el conjunto de la obra sin necesidad de hacer grandes cambios. El sonido, las luces y la música, también muy acertados, hacen de los espacios y las escenas lugares de verdadero tránsito.
Es una comedia y, como tal, te ríes mucho. Así que, si te la perdiste el pasado año ahora tienes la oportunidad de verla en La Strada Teatro Gran Vía los miércoles y jueves a las 20:30h, viernes y sábados a las 19:00h y 21:00h y domingos a las 19:00h hasta el 30 de marzo.

Me quedo, Una semana… nada mas.
Apunta: Vir Casanova
@vir_casanova






Autor: Clément Michel
Director: Gabriel Olivares
Adaptación: Beatriz Santana y Gabriel Olivares

Intérpretes: María Castro, Antonio Hortelano, César Camino