¡AQUÍ SE RÍE HASTA EL APUNTADOR!

cartel de la obra
Año 1975, durante la representación de la obra El revuelo de la codorniz aparece muerto el actor protagonista en dudosas circunstancias, su cadáver yace sobre el escenario del teatro. El inspector Mercadal y su ayudante, el subinspector Marino, irrumpen entonces en el patio de butacas para investigar el móvil y la autoría del crimen. Se cierran las puertas, nadie puese salir ni entrar del Alfil hasta que la investigación termine y se esclarezca lo sucedido. Desde ese mismo instante todos los miembros de la compañía y todo el público presente en la sala se convierten en sospechosos de un crimen. Para desenmascarar al autor de tan inquietante crimen, los policías intentan reproducir, con la colaboración de los actores de la obra, lo ocurrido durante esa última representación. 
Con este espectacular comienzo de Muerto en el acto, el público pasa de ser un mero espectador a ser parte activa de la escena. La metateatralidad atrapa al espectador en su butaca desde el principio y le hace literalmente complice en todo momento de lo que ocurre en escena.
Josep Manel Casany y Diego Braguinsky dan vida a esta genial pareja policial, encarnando a la perfección la esencia de esas parejas cómicas de detectives que tantas veces hemos disfrutado en el cine o en la literatura. Especialmente cómico resulta el intento desesperado de las pareja de detectives por reunir con ellos en escena a toda la compañía, algo del todo imposible dado que todos los actores doblan papel. El maravilloso trío comico lo completa una excepcional María Zamora que, ya sea en la piel de la diva Filo Cuchillero o interpretando a la señora Regi Dora, conecta a la perfección con el público desde la primera escena. 
A destacar la escenografía y la sobresaliente ambientación diseñadas por Josep Simón y Eduardo Diaz. El recurso del falso telón traslúcido da continuidad al dinamismo escénico con excelentes transiciones, a la vez que ayuda a generar una mágica atmósfera detectivesca durante la reconstrucción de los hechos.    
Humor surrealista, juegos de palabras y diálogos vertiginosos son la seña de identidad de este excepcional texto en el que Pujol y Braguinsky combinan con absoluta maestría textos de grandes autores del teatro cómico español de la primera mitad del siglo XX, como Jardiel Poncela, Muñoz Seca y Arniches. El resultado es una divertidísima comedia en la que uno tiene la sensación de que el mundo del teatro recupera la maravillosa capacidad de reírse de sí mismo sin complejos: el auge del teatro de denuncia social, el teatro conceptual, la critica teatral, etc. En mi opinión Muerto en el acto es un brillante homenaje a los autores cómicos de la posguerra, una divertida comedia policíaca en la que ni si quiera la que suscribe estas letras se libra de la sorna. 



Apunta: Mirrina








FICHA ARTÍSTICA
ORNITORINCS presenta MUERTO EN EL ACTO
de JAIME PUJOL y DIEGO BRAGUINSKY
y textos de ENRIQUE JARDIEL PONCELA, PEDRO MUÑOZ SECA, CARLOS ARNICHES
Dirección: JAIME PUJOL
Intérpretes: JOSEP MANEL CASANY, DIEGO BRAGUINSKY, MARÍA ZAMORA, OLGA UTIEL
Ayudante dirección: LOLA MOLTÓ
Diseño escenografía: JOSEP SIMÓN – EDUARDO DÍAZ
Diseño iluminación: SERGI VEGA
Producción ejecutiva: PEP CHIVELI

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