Cartel de la obra |
Los
fantasmas de Delicia aparecen y desaparecen como la Virgen María
misma.
Y
de repente, aparecemos en la pequeña portería de una extraña
mujer, en medio de un festín con música hebrea de apariencia
renacentista y delicada repostería. El público se sienta en círculo
y comienza la función la cual, en realidad, ya había empezado antes
de que la espectadora o el espectador entrasen en la sala.
Estamos
en la barroca mente de Delicia, una divertida mujer al borde de la
senilidad cuya fracasada vida la ha llevado a confeccionar un mundo
aparte. En él, los fantasmas y las apariciones comparten sitio en la
mesa, tejiendo y destejiendo el pasado que le cuentan, y nos cuentan,
sus distorsionados recuerdos. El público, invitado al banquete, se
reirá a carcajada limpia durante toda la función con los diálogos
entre esta venerable mujer y las sombras de su vida.
Delicia
ha vivido una vida de sumisión, humillación y servilismo sirviendo
a una familia de bien, «vencedora»,
en medio de la deprimente negrura franquista para convertirse más
tarde en la portera de un edificio de vecinos. Su rencor contra la
sociedad es tal que ha decidido burlarse de la coherencia tal y como
la coherencia se burló de ella cuando la parieron. Con esa premisa,
Delicia decidirá por fin defenderse a sí misma frente a los ataques
exteriores que la llevan venciendo desde
que nació y, cuando su hija decide echarla de su casa ella se
plantará y se negará en redondo.
El
Teatro Lara nos ofrece una
producción de alta calidad, en la que desde el texto
a la interpretación funcionan como un engranaje perfecto que
consigue trasladar al público a un mundo estrafalario y absurdo
plagado de humor.
La
escenografía es delicada y barroca, inmóvil y sensual, la justa y
necesaria para abarcar lo que se quiere abarcar que no es más, ni
menos, que la mente de una entrañable portera desequilibrada. El
texto,
de Triana
Lorite, es magnífico, una creación tan barroca e hilarante como
la mente de Delicia, con golpes de humor que harán las delicias de
todos. Los personajes, todos ellos, están creados a la perfección,
gracias al gran talento de los actores que los personifican y al
guión. Juana
Andueza brilla en su interpretación de Delicia al igual que
Juana Cordero,
Carmen
Navarro, Lucía
Caraballo y David
Bueno.
Alberto
Velasco, el director, se luce en esta producción empapada de
surrealismo del bueno que encantará al espectador más exigente.
Si
no quieres perderte esta «delicia» que no se te pase poner en tu
agenda las fechas de la obra: desde el 15 de noviembre en el Off del Lara.
Apunta:
Ignacio Blas
Ficha
Artística
Texto:
Triana Lorite
Dirección:
Alberto Velasco
Reparto:
Juana Andueza, Juana Cordero, Carmen Navarro, Lucía Caraballo y
David Bueno
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