Por junio del 2014
arrancó está propuesta para completar la programación de los martes en Microteatro por Dinero: un coctel cuyas partes están
constituidas por la escritura de microtextos cuyos autores pertenecen al sindicato
de guionistas Alma, dirigidos por directores de trayectoria en Microteatro, los
cuales seleccionan actores de la
plataforma digital Vibook.
En este mes, la
programación en general de la sala gira entorno a la leyenda «Por listo» y de
eso parecen que van estas cuatro mini historias. Ahora bien, hay que dejar
volar mucho la imaginación para concluir que tratan sobre este tema, o quizás
es que sea un juego más en el que el espectador se tiene que preguntar cuál es la
propuesta común.
En sí misma la
microfusión es una buena idea de colaboración para aunar fuerzas y
experiencias, pero ardua tarea si el coctel no está compensado. Este es el
caso, al menos en estas propuestas del mes de febrero, porque se aprecia o bien
que la calidad de algunos de los actores seleccionados está muy por encima de
la propuesta dramatúrgica o bien no está ajustado por la dirección.
Encontramos que en este
país hay una buena cantera de actores y actrices, y que la microfusión es una
lugar para dar visibilidad a sus trabajos, cuanto más si lo que interpretan no
está definido y tienen que defenderlo con coraje porque tienen al público respirándoles
en el cogote. Me niego a pensar que haya mala calidad de guionistas, y quiero
achacarlo a que escribir algo redondo para un cuarto de hora, no es coser y
cantar y que hay que tener mucho rodaje, técnica y soltura para no caer en la
mera anécdota. En cuanto la dirección, es un tema aparte porque desconozco cómo
se desarrolla el proceso de comunión entre lo textual, lo actoral y lo que se
lleva a escena.
Las cuatro propuestas
se definen como comedias, dos de ellas transpiran ese tono: Intelecplastia y Mainstreamonio. La
primera una reflexión irónica sobre los complejos y su repercusión social, pero
una reflexión algo repetitiva que no avanza; la segunda una sátira sobre «los
modernos» y las crisis conyugales de los cuarentones (demasiada mezcla para el
poco tiempo del que disponemos). Entre ellas destacamos a la actriz Laura
Martín, que por supuesto no aparenta
40 años, pero que lo hace de maravilla.
El texto que firma Beltran
Stingo en Fuera de serie está bien
construido para su objetivo, aunque sea previsible, porque te mantiene la
atención en un juego dialectico y actoral de la mano de Juan Gravina y Silvia Vacas que lo defienden
con dinamismo. Puede que sea el más redondo.
Con el titulo de Señora dos actrices hacen lo que pueden,
y lo hacen con muchísima profesionalidad, en una situación sin pies ni cabeza, que no es
drama, ni comedia, pero que quizás alguien se vea reflejado. Eso sí, el casting
está bien conseguido y Bárbara de Lema es el contrapunto perfecto para Marta Calabuig.
Ellas juntas funcionan.
Entiendo que son tantas
las propuestas y las variables de esta microfusión
que es dificultoso el equilibrio, pero como decía Andrés Nin, político español
de principios del siglo XX: «las situaciones de equilibrio inestable no pueden
sostenerse durante mucho tiempo».
Todos los martes de
Febrero y 3 de marzo de 20:00 a 22:15
Apunta : Coral Igualador
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