Aristóteles
El 23 de septiembre de
1928 se produjo en Madrid una gran tragedia: el incendio del Teatro Novedades situado en la calle
Toledo, frente al mercado de la Cebada. Un enorme teatro con un aforo de
alrededor de 1500 espectadores. Hubo más de 60 muertos y numerosos heridos.
El espectáculo del
mentalista Pablo Raijenstein, Madrid fenómenos extraños, se basa en este suceso y se sitúa en el
anticuario de la Calle Santa Ana, cuenta que era la antigua salida de los
actores que sobrevivieron íntegramente al incendio, para dejar boquiabierto al
público creando un ambiente mágico y de constante sorpresa.
Acertadísima propuesta
dado el espacio, ya que de por sí Selectos Puraenvidia
invita al
recogimiento, a lo extraño y a las antiguas historias que recogen los objetos
que lo habitan.
Pablo Raijenstein trabaja
desde hace años como mentalista, esa disciplina que algunos defienden fuera del
ilusionismo o de la magia por tener sus propios caminos de aprendizaje.
Pero Pablo no es un
mentalista al uso, de hecho se denomina sui
generis ya que dota a todos sus espectáculos de un cariz propio,
envolviéndolo en diferentes historias que hacen que formen un todo teatral. Él
hace del mentalismo una puesta en escena en toda regla, o de la puesta en
escena un juego de mentalismo.
Hay diferentes formas
en las que un adulto se adentra en una experiencia de mentalismo sobre todo
cuando el espacio donde lo vive es tan íntimo como el de este espectáculo. En general
la mente racional, esa que doblega al inconsciente y a la sensación, está
demasiado presente: el no me lo creo, a
ver si encuentro el truco, a mí no me la va a dar, yo no me voy a dejar… La
soberbia de la razón. La desconfianza de lo que no podemos controlar.
El mentalismo que hace
Pablo no es una cuestión de creencia, es un trabajo exquisitamente ejecutado, con
la habilidad que proporciona la técnica
estudiada durante mucho tiempo tanto del ilusionismo como de todos los factores
psicológicos que hacen que seamos libros de lectura para un mentalista.
Además tanto él como su
acompañante Elvira, cuentan con un factor importantísimo: generan confianza.
Su mentalismo no tiene
ni un ápice de soberbia. No sobrepasa los límites de quiero estar por encima de
ti, porque soy capaz de jugar con tu miedo, tu desconcierto o tu mente como me
dé la gana. Son cuidadosos y elegantes en la conducción del espectáculo,
conjugando un equilibrio necesario para la comodidad de los asistentes.
El espectáculo Madrid fenómenos extraños es un
experiencia, y así se vive. Porque cuando algo se vivencia, te remueve. Sobrepasa
a los minutos que estas participando el acto: lo comentas
a la salida, lo piensas durante mucho tiempo, lo cuentas a tus allegados, lo
recomiendas con vehemencia, quieres repetirlo.
Eso engrandece al que
genera ese tipo de entretenimiento porque sabe exactamente cuál es la medida de
su trabajo.
Cuando contemplas a un
buen mentalista en directo —y el maestro Raijenstein lo es— las barreras van
cayendo más o menos rápido. Sería interesante adentrarse en este mundo rescatando
la mentalidad del niño que fuimos, el que se deja invadir por la magia, y que
con cada sensación que presentan en escena siente lo mismo que cuando abría un
regalo el día de Reyes.
Pablo Raijenstein ha
conseguido un regalo, para otros o para uno mismo. Una caja de sorpresas de las
que no quiero revelarles nada. Un regalo hecho con mimo, envuelto en un papel
distinguido, con una contenido asombroso y que contieneun aprendizaje
interesante, al gusto de cada uno.
Selectos
Puraenvidia C/Santa Ana, 6
Febrero
viernes 22:00
Apunta Coral Igualador
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