En
todas las familias hay una prima o una tía un poco extravagante,
cuyas excentricidades chocan y divierten, y sobre todo dan lugar a
innumerables anécdotas contadas durante las sobremesas familiares.
Así
es la tía Edda. Mayor de cinco hermanas, originaria de un pueblo del
norte de Italia en las post-guerra —de estos que huelen a higueras
y a aire de reprobación de los vecinos—, Edda montó su propia
revolución y luchó para liberarse de las presiones y
convencionalismos de la sociedad de la época. Pero nada de bandera
rossa...
lo suyo son más bien las boas y las pamelas. Edda la loca, la
llamaban. Edda la libre.
Andrea
Caltran, artista veronés afincado en Madrid, nos cuenta la historia
y pasiones de su tía —la parte real y la parte de ficción, solo
las conoce él—, y cómo la revolución que ella “empezó por
casa” le convirtió a su vez en un hombre libre. Andrea incorpora
al texto canciones de variedad italiana y experimenta con la danza
como medio de expresión complementario, que refuerza la cercanía
con el público.
La
configuración de la sala favorece la creación de un ambiente
íntimo, perfecto para intercambiar confidencias e historias
familiares. Propiamente dicho, no se trata de un teatro sino de una
tienda de decoración de lo más moderno, por lo que el público se
encuentra entre copas de colores y cisnes de porcelana, algo así
como la versión branchée
de la casa de la abuela. A modo de escenario, el escaparate, pero la
actuación tiene lugar dentro del corrillo formado por los
espectadores del improvisado patio de butacas.
Apunta: Jordane Sauvaire
Andrea
Caltran: texto, dirección, actuación.
Espacio
Selectos
Puraenvidia (calle Santa Ana, 6). Buscad la tienda de decoración.
Los
viernes de enero a las 21h.
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