Cartel de la obra |
Pablo
Messiez nos invita a disfrutar, nuevamente, de las palabras, de los silencios y
de la música que suscitan. Nos pone a prueba con su compleja obra Los brillantes empeños, estrenada en el Festival de Teatro Clásico de Almagro
el pasado julio y programada hasta primeros de diciembre en Nave 73.
Pablo
Messiez crea un universo de atmósfera enrarecida donde los personajes deambulan
sin un claro pasado en un presente de incierto futuro. Donde las palabras se
dicen aprendidas de textos clásicos y donde los silencios expresan casi más que
las palabras. Personajes huérfanos, escondidos, presos de un pasado oscuro,
trágico y sin rostros. Personajes aturdidos, enloquecidos por su improvisada
realidad cargada de preguntas sin respuesta, de acciones embrutecidas y miradas
perdidas donde la única salvación se encuentra en los textos clásicos recitados
sin expresión, como autómatas. Seis personajes, hermanos todos, que han vivido
apartados del mundo exterior hace tantos años como los libros que releen y recitan. Abandonados a su suerte ajenos al
universo paralelo exterior. Descubriéndose a sí mismos a través de esos libros,
de esas conversaciones absurdas de palabras ajenas, de roces incestuosos
necesarios lavados con el agua límpida que todo lo purifica. Seis hermanos
huérfanos de padres e ignorantes de vida.
Es un
texto de muy difícil asunción con una puesta en escena excéntrica de una gran
belleza instantánea visual. Es casi un baile, un juego de expresiones
corporales donde las acciones de los personajes, con sus roles bien marcados,
se desarrollan cada una por su lado creando un conjunto armónico. Una armonía
controlada por la hermana mayor, directora de este baile, guía y guardadora de
la tradición, del orden y la realidad —sus realidades— y solo ella, como si de
un éxtasis se tratara, puede escuchar la música que produce el silencio y las
voces de la realidad —exterior a ellos, ajena—. Una interpretación excepcional
ejecutada por los seis actores brillantes en su empeño. La escenografía es
simple y conceptual. Todo el escenario se nos muestra lleno con un montón de
patatas, una olla hirviendo, una pila de libros, una tina de agua y un
ventilador iluminados tenuemente, con ese desasosiego que crea la penumbra.
Dejate
llevar «a la sensación, previa al sentido. Al sabor, antes que al saber» todos
los sábados y domingos hasta el 07 de diciembre en Nave 73.
«Respóndate retórico el silencio;
Cuando tan torpe la razón se halla,
Mejor habla, señor, quien mejor calla»
Calderón de la Barca
FICHA
ARTÍSTICA
ELENCO:
Carlota
Gaviño, Rebeca Hernando, Javier Lara, José Juan Rodríguez, Iñigo
Rodríguez-Claro, Mikele Urroz
TEXTO Y
DIRECCIÓN:
Pablo
Messiez
ESCENOGRAFÍA
Y VESTUARIO:
Pablo
Messiez y Grumelot
DISEÑO
GRÁFICO:
Claudia
Gaviño y Alberto Salas
FOTOGRAFÍA:
Bentor
Albelo
PRODUCCIÓN
EJECUTIVA:
Leticia
Rodríguez
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