«La
crueldad es a menudo el signo de una
insatisfacción interior que
anhela un narcótico»
Friedrich
Nietzsche
La
compañía gallega Il
Maquinario Teatro lleva a escena un texto del dramaturgo Martin
McDonagh, conocido por obras como El
cojo de Innishmann.
Ellos
se atreven con una de sus dramaturgias más complejas: El
hombre almohada, y lo hacen
elevando el teatro a la categoría suprema de un acto verdaderamente
teatral.
Bien
se definen como una compañía que apuesta por explorar la naturaleza
humana, con temas que susciten debate y controversia; en esta
definición de su trabajo están en consonancia con la sala que los
acoge durante el festival Surge Madrid: El sol de York. La cual se
caracteriza por programar obras, tanto desde el drama como desde la
comedia, que no dejan indiferente al espectador en su pensamiento y
emoción.
Il
Maquinario compone esta obra con elementos de gran calidad: Cuatro
actores excelentes, una dirección acertada, una escenografía
sugerente y adecuada, iluminación impecable y una puesta en escena
que te absorbe desde el primer momento.
¡Que
gusto da ver teatro así!
Dentro
de la controversia creada por el Surge Madrid esta maravilla teatral
ha tenido su lugar en la cartelera madrileña pero ya no está en
cartel- suelen pasar estas desgracias en el teatro off- pero no
quería dejar pasar la ocasión para hacer una alabanza a la compañía
que ha apostado por llevar a escena con profesionalidad y valor un
texto necesario, de una profundidad inquietante y desgarradora.
El
hombre almohada es un encuentro entre la crueldad y la inocencia, el
poder de la narrativa y el poder del estado. La brutalidad de la vida
transformada por la necesidad de contar historias para redimirnos y
hacernos inmortales dentro de un sistema que aniquila los sueños,
digo sueños cuando aquí arranca de raíz la vida.
Su
argumento: Katarian-en esta propuesta una mujer - está detenida
porque se han cometido una serie de asesinatos de niños siguiendo
los patrones de sus cuentos. Estos cuentos rezuman crueldad para
liberar a la autora y a su hermana, que sufre cierto retraso de
entendimiento, de unos fantasmas muy reales que han hecho de sus
existencias un infierno. Ahora los cuentos se convierten en una
herramienta de juicio universal, haciendo que salgan a la luz las
miserias que habitan en la vida de los personajes. Una historia de
misterio que descubre recovecos de personajes atormentados desde la
infancia.
Sobrevuela
en este misterio el poder de la literatura elevada a salvadora,
porque donde la muerte se instala el poder de la palabra escrita es
inmortal.
El
hombre almohada es uno de los cuentos de Katarian y es el que da
titulo a la obra, podría haber sido otro de los cuentos que aparecen
en escena, pero este es significativo de lo que nos quieren narrar,
una reflexión estremecedora sobre como evitar el dolor que nos
provocan suavizándolo con otra especie de dolor elegido para
salvarnos de un destino horrible que dejará más victimas . Una
paradoja exquisita.
Nada
es suave en este texto, ni en la propuesta que hace Tito
Asorey su director. Pero no es grotesco ni excesivo, porque lo
mide con un pulso firme y eficaz para construir una historia de ritmo
constante y entretenido. Aunque su entretenimiento consista en
observar con una expectación que no decae el sufrimiento sin
tapujos, cortado por una afilada navaja que a veces arranca la
sonrisa; una carnicería donde los desprotegidos del sistema, quizás
la raza humana, están sometidos desde el comienzo por las miserias
consentidas.
Si
los cuatro actores (Melania Cruz, Fernando González, Fran
Lareu, Laura
Mínguez) que configuran el elenco de esta thriller siniestro y
reflexivo están inmensos en el escenario, destacar a Melania
Cruz, la que da vida a la escritora Katarian: voz, movimiento,
gesto, emoción e intención en un aritmética actoral digna de las
grandes actrices.
Tengan
en su listado teatral a la compañía Il Maquinario con su obra El
hombre almohada. Ojala puedan
encontrarse pronto con ellos para disfrutar del teatro con letras de
oro.
Dirección:
Tito Asorey
Interpretes:
Melania Cruz, Fernando González, Fran Lareu, Laura Mínguez.
Diseño
de iluminación: Tito Asorey
Diseño
de escenografía: Luis Iglesias
Diseño
de vestuario: Yaiza Pinillos
Espacio
Sonoro: Laura Mínguez y Tito Asorey.
1 comentario:
La he visto y me ha parecido fabulosa. De lo mejor de la temporada teatral. Y han tenido que ser unos chavales venidos desde Galicia los que nos hayan ofrecido un espectáculo tan emotivo y tan inquietante. me gusdta este tipo de teatro, que te hace pensar, al mismo tiempo que te engancha como si se tratase de la mejor serie de televisión. Espléndido.
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