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Foto promocional de la obra |
Lo que se obtiene con
violencia,
solamente se puede
mantener con violencia
Mahatma Gandhi
A algunas personas les relaja mirar un pez dando
vueltas en su pecera, nadando en ese espacio cerrado mientras su boca hace
pequeñas burbujitas que son globos de vida. Las peceras son un lugar de
encierro transparente en el que podemos contemplar la esclavitud a través de
sus cristales.
Peceras, el texto de Carlos Be, involucra al público como a aquellos que
contemplan a sus peces en la pecera, pero no desde la tranquilidad si no desde
un terrible desasosiego, una montaña rusa de sensaciones calculadas para que el
espectador se empape en la crueldad de esta historia que remueve el cuerpo en
los asientos pero también la conciencia.
Después de 50 funciones The Zombie Company vuelve a
La Casa de la Portera, el lugar que les acogió en su
estreno en Madrid, para celebrar que llevan a sus espaldas la responsabilidad de
transmitir este crudo mensaje sobre el maltrato a las mujeres, narrado de forma
original y contundente. Consiguen que los mirones que nos sentamos a contemplar
a estos dos depredadores con su víctima nos sintamos unos miserables viviendo
la violencia.
Verdugos y víctima en una coreografía excelente,
con una técnica actoral perfecta que despiertan a ritmo de metrónomo, de
canción, de espera, de miradas y de golpes el estupor de los que los
contemplan.
Y van más allá, nos meten a todos en esa pecera: víctimas
y verdugos de esta fiesta de maltrato a la que nos invitan con total impunidad.
Iván
Ugalde, Fran Arráez y Carmen Mayordomo dan vida a estos personajes al límite
del instinto animal que nos agitan los flecos de la ética. Excelente es la definición más
acertada para el trabajo actoral que viven con verdad y precisión en los
escenarios diferentes de La Casa
de la Portera.
Los personajes nos divierten en su presentación
para dar paso a una situación terrorífica de silencios, vejaciones y golpes al
ritmo de víctima perfecta. Una de
cal, otra de arena.
Esta obra, con reminiscencias a Tarantino y Haneke,
abre una brecha en el espectador que va transformándose a lo largo de la hora
que sucede la acción original y dura que Carlos Be nos plantea.
Los actores consiguen que en esa distancia corta
los otros peces que estamos en la misma pecera cambiemos nuestro rostro de la
alegría al asombro y al desagrado y también nuestro cuerpo para protegernos del
dolor que estamos percibiendo en otros, en este caso en esa frágil mujer que
nos canta que es una Bambola.
El teatro transforma. Peceras nos revisa y nos
enfrenta a espejos con imágenes desagradable de ver, pero por ello tan necesarias.
Volverán después de 50 funciones porque esto lo
tienen que contar. Métanse en la pecera de estos magníficos del teatro.
Ficha Técnica y artística
Dirección y
Texto: Carlos Be.
Actores: Fran Arráez, Iván
Ugalde, Carmen Mayordomo.
1 comentario:
¡Muchas gracias, amigos de Me lo dijo el apuntador!
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