¿QUIÉN HA HECHO ESTE LABERINTO?


Se agolpan las preguntas al salir de la sala. ¿Quién ha hecho este laberinto? ¿Lo hemos construido nosotros? ¿Nos han metido? ¿Nos hemos metido nosotros? ¿Hay forma de salir? ¿Es una obra maestra? ¿Es una broma infernal? La Zaranda teatro inestable de Andalucía la baja lo ha conseguido. Nos ha sacudido los hombros para que nos planteemos una vez más quiénes somos y dónde estamos. Y digo una vez más, no porque ellos siempre lo consigan, que no lo sé, porque aunque mucho se habla de ellos, es mi primera vez delante de su escenario, digo una vez más porque lo que plantean es una vuelta de tuerca a algo sobre lo que reflexionamos muy a menudo: el sentido de la vida. Y todo manchado de la sórdida realidad que protagonizamos. Despidos, vidas en dique seco, arribismo y querencia por el puesto. La empresa nos ha superado como ente prioritario en la cadena trófica, ya no somos los reyes.
El Régimen del Pienso plantea desde el principio que es el pienso el gran problema de la población. Y el pienso es comida pero también es el yo, el presente del verbo pensar. Y ese puede ser el problema, el yo. Ya hemos dicho que ha sido superado y pervertido. Pero nos lo hemos creído, nos lo creemos hasta que el propio laberinto nos expulsa, la única salida posible, y una vez expulsados, el laberinto nos busca para eliminarnos. Si nos falta el yo nos matamos entre nosotros, si nos sobra nos matamos solos. El yo que no encaja. Y todo se hace con un ritmo que sorprende. No por su celeridad, sino precisamente por lo contrario, por su parsimonia y su aplomo. El texto y la dirección nos introducen poco a poco, hacen que nos rindamos a escuchar, y tengamos el tiempo de reflexionar sobre cada arista. Pero no dejan que te pierdas. Es el ritmo justo, es la dosis adecuada, la medida medida por artesanos inspirados por pintores de palabras como Larra. La crítica fina que no se sale para señalar sino que te introduce en ella para que la veas clara.
Sin duda, si algo me llama la atención por su riqueza y su ingenio son los pasajes musicales en los que la escena cambia a paso tan suave que parece fácil. Hacer crítica es sencillo; hacerla bien es muy difícil; hacerla de forma que nos mueva es vital. Somos lo que comemos.







Actores:
Javier Semprún
Gaspar Campuzano
Francisco Sánchez
Enrique Bustos
Texto: Eusebio Calonge
Dirección y Espacio Escénico:
Paco de la Zaranda
Música:
Pablo Luna: Preludio de “El niño judío”
J.N. Hummel: Concierto trompeta (II.Andante)
Orlando Portocarrero y su banda: “Alma española”
Coro de monges do Mosteiro de Sáo Bento
e Coral Colégio do Bento de Núrcia
(Río de Janeiro): “Rorate Caeli Desuper”
Iluminación: E. Calonge
Publicidad: Víctor Iglesias
Una coproducción de:
Festival Temporada Alta. Girona/SALT
Distribución:
Producciones Teatrales Contemporáneas

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