UN TEATRO TEMPESTUOSO



Cartel de la obra
Entramos al teatro y parece que lo hemos hecho antes de tiempo: los actores están en escena ultimando los detalles de un ensayo, probando luces, sonido, repasando notas, entradas y salidas, ajustando los últimos retoques del texto y todo ello bajo la atenta mirada del director, un personaje que más que un actor parece un demiurgo poniendo en orden el universo, su particular universo ―dramático―… Pero la obra, el espectáculo del que participamos en Galileo, ha empezado antes, mucho antes siquiera, de que los espectadores entren en la sala, porque lo que se cuenta en Tempestad de Peris Mencheta remite a los orígenes de teatro, no en contenido ―que tiene como base y excusa una versión de La tempestad, esta sí con determinante, de Shakespeare―, sino en ideario y en compromiso, en la búsqueda de aquello que sea ―sea lo que sea― el teatro.
Como escenografía un ring de tierra de playa y una escalera, que lo mismo sirve de faro, de árbol, de mástil de vela mayor de un barco, de barco mismo o de canal de comunicación entre dos mundos, una especie de Yggdrasil que comunica lo divino y lo humano y que abre el paso para que los personajes entren y salgan de la escena.
Todo esto como contexto y toda una ingeniería teatral como espectáculo que conjuga elementos que parece que nunca podrían haberse dado en el escenario: agua, fuego, aire y tierra, todas las representaciones materiales de la naturaleza puestas al servicio del arte, ah, y la técnica audiovisual y el espacio sonoro con música en directo… Los actores, fantásticos magos de la escena, cambian de registro y de personaje a golpe de atrezo: lo mismo son hombres que mujeres, duques que magos, príncipes que asesores de corte; lo mismo son personajes reales que duendes o voces interiores que ponen en palabras lo que la conciencia calla, lo mismo son bellas que bestias…
Llevo ya un rato hablando de la obra y os preguntaréis: sí, pero ¿de qué va Tempestad, aparte de recoger versionada la obra de Shakespeare?, pues mira, sinceramente, no sé muy bien qué decir, es más diría que el argumento es lo que menos importa. Ha elegido La tempestad, pero podría haber elegido cualquier otro texto de Shakespeare o Calderón, de Sófocles o Valle-Inclán, porque en verdad lo realmente interesante de este montaje de Mencheta es la belleza con la que se tratan las imágenes y los diferentes recursos que se usan en la escena: cómo se resuelve la tormenta, cómo se justifica, por su versatilidad, la simplicidad de elementos, cómo se juega a la convención, cómo se hace bien un buen teatro, en definitiva.
Como resumen decir que en este espectáculo la forma se impone al contenido, se difumina el argumento por la estructura y se impone el tiempo de representación. Al final, el final se precipita, la última escena viene impuesta por el director, en un guiño metateatral: el director-demiurgo, deus ex maquina, en la peripecia final, resuelve a favor del contenido y cierra la obra-ensayo con una especie de «… y fueron felices y comieron perdices». Como estaba escrito.
El teatro como espacio para la imaginación de mundos posibles, porque lo inverosímil, muchas veces, se nos presenta como lo más real y lo más necesario para el hombre. Ya lo dijo Shakespeare «estamos hechos de la misma materia que los sueños».
Que soñéis bien, entonces.
Oscuro. Pero antes que no se nos olviden dos cosas, como nos recuerda Peris Mencheta:

Una, firmada por Federico García Lorca: «Un pueblo que no cuida su teatro si no está muerto está moribundo» y dos, el Artículo 44 de la Consitución española: Los poderes públicos promoverán y tutelarán el acceso a la cultura, a la que todos tienen derecho.

Ahora sí, oscuro.


El Apuntador opina:




Ficha Técnica


Victor Duplá (PRÓSPERO – ANTONIO)

Quique Fernández (MIRANDA – GONZALO)

Antonio Galeano (ARIEL – MÚSICO)

Pepe Lorente (ARIEL – MÚSICO)

Xavier Murúa (FERDINAND - TRÍNCULO - ADRIAN)
Agustín Sasián (STEFANO – SEBASTIAN)
Eduardo Ruiz (ARIEL – MÚSICO)
Javier Tolosa (ALONSO - CÁLIBAN)

Dirección y adaptación...............................................Sergio Peris-Mencheta
Traducción de la Fundación Shakespeare dirigida por..................................
M.A. Conejero Dionís-Bayer (edición bilingüe, publicada por Ediciones Cátedra)
Ayudante de dirección, regiduría, percusión..............................Pepe Lorente
Diseño de producción y fotografías.......................................Antonio Vicente
Vestuario...................................................................................Barco Pirata
Construcción ...................................................................Quique Fernández
Dirección técnica y diseño de Luces.......................................Manuel Fuster
Diseño del espacio sonoro....................................... Dudu Ruiz y Joe Alonso
Dirección musical............................................ Dudu Ruiz y Antonio Galeano
Canción de los Elfos...................................................................Marta Solaz
Trabajo de cuerpo y coreografía..............................................Diana Bernedo
Proyecciones..............................................................Joe Alonso (Eyestorm)
SteadyCam........................................................................Victor M. Ramírez
Ayudante steady.......................................................................Mikel Saucillo
Diseño gráfico...........................................Antonio Vicente y Víctor Monigote
Producción................................................Nuria Moreno y Rebeca Ledesma
Distribución...................................................................Info@barcopirata.org
Jefa de prensa..............................................................................María Díaz
Una producción de ElBarcoPirata

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