Cartel |
Claudio,
el verdadero protagonista de la trama nos justifica las razones por
las que se convierte en asesino y usurpador de la corona de
Dinamarca, evitando así la inminente guerra con Noruega y los
perjuicios que esto conllevaría para su pueblo.
Un
personaje con dudas, culpas y convicciones respecto a sus actos que
hacen de Claudio una persona de carne y hueso. Un texto con un
lenguaje tan próximo al gran maestro, que parece estar viendo una de
sus obras.
El
argumento del joven príncipe y del resto de los personajes se
desarrollan tan en paralelo a la obra original que se entiende a la
perfección, aunque no la conozcas .
Otro
de los grandes aciertos es que no pierde en ningún momento el valor
de la palabra del original y respeta la idea que William Shakespeare
tenía mientras lo escribía. El poder, la traición y cómo no, la
búsqueda de la verdad, por parte de Hamlet.
El
trabajo actoral es de una calidad excelente. La dualidad de todos los
personajes hace que nos acerquemos al verdadero interior del ser
humano.
La
puesta en escena se sostiene por sí sola y el diseño de iluminación
es muy acorde con la propuesta. Un juego de sombras, que hace
resaltar la dualidad de la que hablábamos anteriormente.
El
domingo 19 de Mayo fue la última representación en la sala El Sol de York pero auguramos que no será la última. Así que si tenéis la
oportunidad de verla, no os la perdáis.
Reparto:
Claudio:
Ernesto Arias
Hamlet /
Yorick: Eduardo Mayo
Gertrudis /
Ofelia: Verónica Ronda
Equipo
Técnico – Artístico:
Idea
original y argumento: Antonio G. Guijosa
Dramaturgia: Ozcar Galán
Iluminación:
Daniel Checa
Escenografía:
Mariona Julbe
Vestuario:
Mónica Teijeiro
Composición
Musical: Ignacio García
Espacio
Sonoro: Mar Navarro.
Coreografía:
Esther Tablas
Ayudante
Dirección: Lucía de la Fuente Gallego
Dirección:
Antonio G. Guijosa
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