LA MÚSICA, ¡A ESCENA!


Cartel del espectáculo
Noche de sábado, 23:00 horas, Javier Álvarez y Nieves Arilla vestidos de colegiales salen a escena en la Sala Tú y comienza el espectáculo musical: Las Maris.
Nuestro blog siempre trata de teatro pero ¿por qué hoy les hablamos de Las Maris? Porque este dueto creativo va más allá de un concierto, es un cabaret o cabaré —sin «t»— como le gusta llamarlo a ellos. Su puesta en escena es creativa, dinámica, hilarante a veces. Juegan con la palabra y con la actuación, aunque no se denominan actores.
Son originales, cercanos, divertidos y emotivos. Cada paso y cada nota está milimétricamente coreografiada, nada es azar y todo lo parece. Añadamos a esto a dos hermosas voces que se combinan con estilo, elegancia y saber hacer.
Deconstruyen canciones de otros, a los que les agradecen de su existencia, como buenos melómanos. Las transforman con su particular estilo, llegando a la esencia de la palabra y del ritmo, pero también interpretan sus propios temas confiriéndoles una combinación de palabras, música y puesta en escena con la maestría del que convierte lo complicado en sencillo.
Las Maris son un manjar delicioso al estilo de los que hace Ferrá Adría en la cocina pero en forma de música.
Si decimos que su repertorio trata por igual un plato musical de Los Chunguitos, de Eduardo Aute, una copla o un fado portugués pueden hacerse lNoche de sábado, 23:00 horas, Javier Álvarez y Nieves Arilla vestidos de colegiales salen a escena en la Sala Tú y comienza el espectáculo musical: Las Maris.
Nuestro blog siempre trata de teatro pero ¿por qué hoy les hablamos de Las Maris? Porque este dueto creativo va más allá de un concierto, es un cabaret o cabaré —sin «t»— como le gusta llamarlo a ellos. Su puesta en escena es creativa, dinámica, hilarante a veces. Juegan con la palabra y con la actuación, aunque no se denominan actores.
Son originales, cercanos, divertidos y emotivos. Cada paso y cada nota está milimétricamente coreografiada, nada es azar y todo lo parece. Añadamos a esto a dos hermosas voces que se combinan con estilo, elegancia y saber hacer.
Deconstruyen canciones de otros, a los que les agradecen de su existencia, como buenos melómanos. Las transforman con su particular estilo, llegando a la esencia de la palabra y del ritmo, pero también interpretan sus propios temas confiriéndoles una combinación de palabras, música y puesta en escena con la maestría del que convierte lo complicado en sencillo.
Las Maris son un manjar delicioso al estilo de los que hace Ferrá Adría en la cocina pero en forma de música.
Si decimos que su repertorio trata por igual un plato musical de Los Chunguitos, de Eduardo Aute, una copla o un fado portugués pueden hacerse la imagen de un menú variado. Ese menú lo miman, lo adornan, lo investigan y cada bocado del que nos alimentan con sus voces y su presencia escénica se convierte en un placer y una sorpresa.
Sorpresas de gourmet en temas tan variados como: el precio de la libertad de La madre de Fabian el dialogo de Échame a mí la culpa o la diversión discotequera de Ease on the Road de Michael Jackson.
En la exquisita voz de Javier Álvarez escuchamos la letra de Aute casi al comienzo del concierto: «Cierto que hui de los fastos y los oropeles, y que jamás puse en venta ninguna quimera…» y entonces pienso que es cierto, que huyen de fastuosidades pero que su show es un sueño hecho exquisita realidad.
Gracias por la música de Abba es un resumen de lo que Nieves y Javier sienten, de lo que nos han hecho sentir a nosotros.

Posiblemente regresen a la Sala Tú, mientras tanto podemos volverlos a ver en la Sala Galileo en junio. No pierdan su pista.





Las Maris: Javier Álvarez y Nieves Arilla.


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