¡¡¡BOOOMMMM!!!


Margaret Hilda Thatcher, La Dama de Hierro, Baronesa Thatcher de Kesteven, murió el pasado 8 de abril a los 87 años en Londres. Esto demuestra que el 12 de octubre de 1984, Patrick Magee –no confundir con el actor de La naranja mecánica, Barry Lyndon o Carros de fuego– falló en su intento de asesinarla con un artefacto explosivo en el Grand Hotel de Brighton. Pero otras cinco personas murieron y otras 34 resultaron seriamente heridas.
Magee fue condenado a ocho cadenas perpetuas en 1986 con un cumplimiento mínimo de 35 años de cárcel, pero tras la firma de los Acuerdos de Paz de Viernes Santo en 1998 fue puesto en libertad, tras lo cual no ha expresado arrepentimiento aunque sí que ha asegurado que «piensa mucho» sobre el daño causado a algunas personas.¹
En la actualidad, Pat Magee y Jo Berry –hija del diputado conservador Sir Anthony Berry, fallecido en dicho atentado– han hecho las paces y forman parte de The Forgiveness Project –El Proyecto Perdón– desde el que se aboga por el entendimiento, por el perdón, por la unidad, por la paz.

Pat Magee y Jo Berry en la vida real.
(Foto de Brian Moody)


Otro caso real en otra parte del mundo. La misteriosa desaparición de Michelle Whitacker en Carolina del Sur, Estados Unidos en 2002. Con problemas personales y familiares graves la familia consigue que un juez encierre a la joven alcohólica en la cárcel para separarla de las malas compañías que frecuenta. Un error judicial hace que salga en libertad. Desaparece sin dejar rastro y en unas extrañas circustancias que llevan a la familia a una búsqueda desenfrenada de la joven. Años después la encuentran por casualidad y salen a la luz unas situaciones de rencor, odio, desentendimiento.

Estos datos históricos, estos personajes reales, estos actos de concordia y de desacuerdo son los que originan la obra que nos ocupa. Con ellos Javier Malpica escribe IRA, Suave lluvia para heraldos negros con la que no dejará a nadie indiferente. Un texto intenso, duro, real en sus planteamientos y que, aunque ha sido adaptado para que el actor y cantante Marc Parejo –La que se avecina, Hospital Central, Amar en tiempos revueltos– pueda hacer el papel de Michelle Whitacker, nos presenta los hechos reales como una forma de acercarnos a los demás, de hacernos ver como el entendimiento acerca a las personas y la incomprensión las separa. Dos personas que no se conocen y que se odian por razones políticas, de religión y, peor aún, con muertos de por medio llegan a entenderse. Sin embargo personas cercanas, que se quieren y, peor aun, de una misma familia llegan a separarse y odiarse por cuestiones de intransigencia. 

Un texto con un planteamiento de historias cruzadas, con unas situaciones dramáticas muy intensas a cada momento y que los actores –todos sin excepción– bordan bajo la brillante batuta de Lidio Sánchez Caro. Se podía haber caido en una dirección efectista, mucho más melodramática, pero la contención de los personajes hacen mucho más efectiva la obra, no se cae en la lágrima facil. Las lágrimas que hay son verdaderas, del corazón de los personajes, de los actores, del público y hasta de los personajes reales que inspiran la historia.

Igual de contenida y sobria es la escenografía y vestuario de María Marcos Patiño que se ajusta perfectamente, con sus tonos negros y grises, a la historia. Lo mismo ocurre con la ambientación sonora –esos ecos maravillosamente incluidos– y de iluminación –que con una simple sombra nos ubican en los distintos escenarios donde se desarrolla la obra.

En definitiva una maravillosa y más que recomendable pieza para hacernos pensar en la concordia, en el entendimiento, en la comprensión, en los sentimientos, en la intolerancia y la lucha contra ella, en el perdón y, sobre todo, en el problema del terrorismo, de las victimas y de los que las provocaron, de la lucha armada, de las condenas y de los presos que irán saliendo de la cárcel con los años. ¿Qué vamos a hacer con ellos? ¿Cómo van a reinsertarse? ¿Cómo lo aceptará la sociedad? 

Esto es lo que consigue el buen teatro, que nos hagamos preguntas sobre la vida. Que nos llene.





P.D.: Nos interesa saber vuestras opiniones, así que no dejéis de incluir comentarios a las entradas del blog si así lo creéis conveniente.


Autor: Javier Malpica
Intérpretes: Josep Albert Ruiz, Eduardo Gutiérrez, Marta Malone, Carlos Olalla, Marc Parejo, Daniela Saludes
Diseño Plástico: María Marcos Patiño
Música y espacio sonoro: Desorden y Experiencia
Ayudante de dirección: Marynez Lino
Dirección: Lidio Sánchez Caro
Producción Artistas y.

Del 5 al 21 de abril en el Teatro Lagrada.
Viernes y sábados a las 21:00 y domingo a las 20:00 horas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Una obra que eriza el bello!
Los sonidos, los colores, las luces de ambientación reflejadas en las expresiones de los actores y una historia compuesta por dos casos opuestos que cuentan lo caprichosa que puede llegar a ser la vida, y sobre todo que hace cuestionarnos la nuestra propia.
¡Asistir fue una gran experiencia enormemente gratificante!