DAVID FERNÁNDEZ RIVERA

DAVID FERNÁNDEZ RIVERA
Dramaturgo, poeta, compositor, director, actor...
un hombre adelantado a su tiempo



 
¿Se puede decir que en tu producción artística teatro y poesía son dos partes complementarias del mismo proceso creativo?
 
No, referirnos única y exclusivamente al teatro y a la poesía como un binomio artístico dentro de mi persona, sería excesivamente reduccionista. También está la música, la imagen, el cine... Ahora bien, no creo que ninguna de ellas se complemente entre sí, pues la poesía es y será la raíz principal de toda mi producción, en todo caso, el resto de manifestaciones me sirven para mostrar la grandeza y el espectáculo de la poesía en los más diversos formatos. Aunque si soy sincero, me cuesta muchísimo dividir entre diferentes formas de comunicación, yo solo veo poesía en distintos caudales.



¿Dirigir, interpretar, escribir, componer... a cuál no renunciarías en tu búsqueda artística?
 
Como he dicho antes, yo no decido el caudal por el que quiere circular mi sangre y compromiso. Así que desde una perspectiva puramente teórica, no

podría renunciar a ninguna. Ahora bien, otra cosa muy distinta es a lo que te hace renunciar el conjunto de los obstáculos de la vida, especialmente a través de los listones económicos, convencionales o de expectativas. Y en esta situación, a lo único que no renunciaría jamás es a la poesía, eso sí, utilizándola para denunciar y cultivar, pues no puedo escribir sobre aquello que fuese deshonesto con mi persona, y el que una sociedad o una educación no te deje ser libre ni conocer tu propia identidad...


Una palabra que nunca utilizaría un personaje de tus obras de teatro

 
Mis personajes nunca podrían limitarse a las palabras, y ni mucho menos, a las palabras que utilizamos en la convención semántica. Es más, para mí el término de personaje es muy amplio, pues este puede ser un violín, un trozo de latón o una luz. Así pues, y en todo caso, mis personajes nunca se limitarían solo a las palabras y sonidos existentes por convención, ¿para qué reducir el abanico? El contexto se encargará de filtrar toda posible trivialidad. Ellos jamás podrán negar ninguna palabra o sonido, eso ya lo hace la sociedad, los artistas debemos postularnos en otra dirección.



¿Es la tarea de escribir un arte solitario?

 
No, no creo que una poesía o dramaturgia como la mía, que cabalga siempre a lomos de lo social y del compromiso, pueda ser solitaria. Necesito observar, escuchar, entender las relaciones entre seres humanos, entre estos, con el arte convencional, con la naturaleza... Es en estos momentos en los que se va fraguando un poemario o una obra de teatro. El proceso de escribir lo suelo iniciar cuando ya tengo la obra terminada, así que suele llevarme muy pocos días. Eso sí, si bien no es solitario, sí es una faceta que puede llegar a hacerte sentir increíblemente solo y desamparado.



Tu dramaturgia es una dramaturgia de ultravanguardia, ¿qué quiere decir esto? ¿Está tu poesía también estructurada en esta misma corriente?

 
La verdad es que nunca he entendido de etiquetas, yo solo expreso aquello que es honesto y verdadero, es decir, aquello que describe las habitaciones más lejanas de mi corazón. Eso sí, este es muy aventurero y nunca quiere mirarse en los espejos ajenos o antiguos para la creación, en todo caso, sí para aprender y para comprender la historia. Esto a veces hace que me tilden de progresivo o avanzado, pero yo solo puedo decir que es honesto, nada más. Y sí, por supuesto, mi poesía sigue las mismas directrices. No busco un público determinado ni que se me entienda, tampoco lo hace una rosa al nacer, y nadie duda de su aroma o belleza. Echo de menos ese salvajismo en el arte.



Háblanos de Hipnosis, tu última obra de teatro publicada en Ediciones Antígona.

 
Me ha hecho sufrir mucho, y no solo por su creación y conclusiones, sino también por la necesidad de comunicar, creo en ella porque contiene un mensaje que me encantaría poder conversar con todo el mundo, por eso mismo me he aventurado a publicarla. Es una obra muy atípica que reflexiona sobre el teatro a través de su singularidad escénica. Sin embargo, yo la definiría como un grito desesperanzado de la naturaleza, esa misma de la que se ha escindido el ser humano para crear una sociedad de plástico, donde los valores naturales han dado paso a los positivos. Las multitudes alienadas pisotean su propia identidad, su verdadero lugar de partida.



Teatro social o teatro de entretenimiento

 
Para mí, gran parte del teatro de entretenimiento es sinónimo de los valores que critico en Hipnosis/La Colonia, es decir, una carnicería brutal contra el juicio crítico de los espectadores y contra la verdadera naturaleza del teatro como herramienta de comunicación. Y con esto no quiero decir que el teatro social sea el único, todo teatro, bien sea estético, intimista, histórico..., es decir, todo aquel que busque un movimiento en los espectadores es el que más se necesita, desafortunadamente la «realidad» es la que es, otra cosa es que la comparta, que viva y cree para ella.  El entretenimiento es hijo de la mencionada sociedad de plástico, no trascenderá, no es real...



Tu mejor verso
Todavía no lo he escrito.


¿Es necesario el teatro hoy?

 
Sin duda alguna, por supuesto que no considero necesario el teatro que solo busca entretener, es más, lo considero especialmente dañino e hijo del sistema más oscuro. Pero el buen teatro, aquel que hace pensar, aquel que nos hace abrir los párpados que tenemos bajo los párpados, el que genere controversia e incluso una revolución interior, ese debería ser como un pulmón más de nuestra vida. El hecho de que muchas veces viva bajo una mordaza nos puede dar una temperatura exacta de la catástrofe en la que estamos viviendo.



Algo que te quede por hacer

 
Todo. Aunque en estos momentos en los que te respondo, lo que más me emociona y entusiasma, es la posibilidad de poder contribuir para que la música se haga más libre, la veo constreñida entre las convenciones de la armonía clásica y moderna, esto es muy injusto para un medio tan eficaz como es el sonido. Sí, es cierto que ha habido magníficos compositores que ya han hecho mucho, como es el caso de John Cage o muchos de los compositores actuales, pero el músico medio sigue reducido a cuatro cosas y el conservatorio sigue siendo renacentista, esa es la realidad. Esto crea expectativas que dañan la libertad artística, y por ende, a la poesía, teatro, pintura...




Próximos proyectos literarios

 
Sinceramente, no tengo proyectos literarios, vivo sobre la creación y posteriormente, van encontrando su caudal. Eso sí, estoy especialmente entusiasmado con la edición bilingüe de Ecos de la noche, un disco que recoge lo mejor de mi poesía desde los catorce años, así como con Ágata y Abrigo de balas, ambos futuramente editados por Ediciones Antígona. El primero es un poemario que cierra la trilogía que comencé con Alambradas y que proseguí con Sahara, los dos se encuentran disponibles en otras editoriales; el segundo es una obra de teatro, eso sí, se me acelera el corazón cuando pienso en ella, es algo muy bonito y que llevaba tiempo sin experimentar.


Con el premio de la Fundación Miguel Hernández

Un epílogo a esta entrevista

 
Quisiera dar las gracias a Ediciones Antígona, respiro constantemente sobre el filo de una navaja, mis músculos se entumecen día tras día al despertar y pensar que el nuevo día será una fotografía del anterior, esto siempre pasa en el marco que me rodea. Ediciones Antígona me ha dado alas, me ha dicho, «sé libre que aquí tienes tu espacio», esto me da años de vida. Querría dar las gracias también a Visión Libros por su magnífica edición de Miguel Hernández. Poemas selectos y, ¿cómo no?, a la Fundación Cultural Miguel Hernández por su reconocimiento. Ahora puedo hacer mucho de lo que quiero y compartirlo.



1 comentario:

Anónimo dijo...

ME ENCANTA VER,EL BUSTO DE MIGUEL HERNANDEZ EN TUS MANOS.NORMALMENTE MIS TRABAJOS SOBRE MIGUEL LOS ENTREGO A LA FUNDACION Y CASI NUNCA LES VEO LA CARA A QUIEN SE LOS DAN.UN SALUDO,RICARDO CANOVAS.