Cartel de la obra |
Nos
hemos acercado a una nueva sala, recién nacida para nosotros, pero
que ya lleva desde diciembre de 2013 haciendo ruido, La
trastienda, un espacio pequeñito y muy acogedor ubicado en la
Latina. Y nos hemos acercado para ver «El método le Brun», una
pieza breve de Juan Mayorga que se integra en su Teatro
para minutos.
¿En
qué consiste este método? ¿Es posible llegar a la felicidad en 19
pasos? Este es el reto que nos plantea la obra y que ponen en pie de
forma espectacularmente evocadora Rosario
Santesmases y Manolo Caro bajo la dirección de Inés Piñole.
Con
ella, con Inés, tuve la oportunidad de charlar a la salida de la
representación y me contaba por qué elegió este texto. Inés
argumentaba, sentada en la acogedora sala de espera de La trastienda,
que le llamó la atención la complejidad con la que se iba
manifestando el texto según iban trabajando sobre él. Eso es lo
mismo que pensé yo después de los treinta minutos exactos que dura
la función. Mayorga, Juan Mayorga (como a mí me gusta llamarle)
juega en este texto a dejarnos con las ganas, porque si bien nos
presenta una obra cerrada, es cierto también que lo que propone da
para mucho más que para treinta minutos.
Como
en un carromato de hombres fantásticos aparecen los dos personajes
de la obra imbuidos de esa especie de magia que separa lo real de lo
ficticio. La sala, que es aquí el total del espacio escénico, juega
muy a favor del contexto y el ambiente que quiere transmitir la obra.
Inés ha sabido sacarle muy buen partido a los limitados recursos
técnicos que presenta la sala: luces indirectas, paredes
deshabitadas de ladrillo..., y ha sabido jugar el texto entre esas
dos polaridades (realidad-ficción) dotando a los personajes de una
«verdad» imaginada o soñada que no los termina de cimentar como
reales, pero que es a la vez la condición de posibilidad para que se
muestren tal cómo son. Personajes que los actores defienden
correctamente desde una interpretación alejada del naturalismo y más
cercana al expresionismo que destaca la parte más «superficial»
del texto —bien visto aquí porque la obra parece que nos habla
sobre la apariencia—. Esta interpretación poéticamente exagerada
va a favor de la propuesta escénica que nos lanza la compañía
Material Sensible, pero quizá no deja aflorar el contenido
«profundo» que esconde la pieza.
Una
mujer sometida a la esclavitud de un hombre que la prostituye por y
para defender sus intereses, en este caso su hallazgo científico.
Este hombre, como un feriante, expone ante una concurrida audiencia,
que somos el público, las bondades de su método científico: 19
pasos para conseguir la felicidad; 19 estados de ánimo físico y
moral que desembocan en la felicidad; 19 expresiones que no son más
que la mueca de la tragedia, la soledad y la infelicidad.
Pero
la obra, como apuntaba, no se queda aquí, como un caleidoscopio que
nos ofrece múltiples visiones geométricas, apunta otras
«realidades», más profundas, que estructuran el texto:
el debate sobre los límites de la ciencia, el poder mixtificador de
la palabra, el debate sobre la condición y la dignidad humana y
también la necesidad, hasta del más tirano, de sentirse amado...
Pasad
a La tratienda, si aún no la conocéis, y quedaos a ver El método
Le Brun. Entrad en el juego que propone y dejaos llevar. Quién
sabe, lo mismo encontráis la felicidad.
Apunta: Conchita Piña
@conchita pigna
Ficha
artística
Dirección: Inés Piñole
Reparto: Rosario Santesmases y Manolo Caro
Fechas: Todos los viernes, del 7 al 28 de Marzo
Duración: 30 minutos. Pases: 20h. y 21h.
No hay comentarios:
Publicar un comentario