Con
motivo, o quizá magnífica excusa, del bicentenario del nacimiento
de Giuseppe Verdi (1813-1901), el Nuevo Teatro Alcalá ha tenido la
brillante idea de programar el trío de óperas probablemente más
famosas de Verdi, que corresponden al inicio de su etapa de madurez:
Il trovatore, La Traviata y Rigoletto.
El
pasado día 20 de enero tuvimos la oportunidad de asistir a la
representación de Il Trovatore, ópera que se estrenó
en 1853 y está basada en la obra de teatro El trovador de
Antonio García Gutiérrez. Curiosamente la trama, nada sencilla, se
desarrolla entre Vizcaya y Aragón, más allá del intrincado
argumento, sobresalen algunas de las melodías más conocidas del
compositor, así como arias que se han convertido en referentes,
tanto para voces de tenor «Di quella
pira», como para soprano «Tacea
la notte placida», o coros tan
famosos como el de los gitanos «Vesi!
Le fosche notturne spoglie».
La
dificultad de la partitura no es poca y nos gustaría destacar las
voces del tenor José Tablada y de la soprano Dolores Granados. En lo
actoral, la mezzosoprano Belén Elvira interpretó con fuerza el
difícil rol de Azucena. La orquesta Filarmónica Mediterránea
resolvió con diligencia, muy adecuadamente dirigida por Elena
Herrera, en todo momento pendiente de los cantantes.
Este
tipo de representación operística, alejada en cuanto a difusión y
presupuesto de teatros como el Real de Madrid o el Liceo de
Barcelona, atienden, sin embargo, la necesidad de acercar el género
a todo tipo de público. El conjunto de la función resulta lo
suficientemente interesante como para recomendársela a aquellos que
no son público habitual de ópera que pero que quieren asistir a un
espectáculo de este tipo. Como toda experiencia artística, lo ideal
es poder sentirla en vivo ya que sólo de esta forma podemos entender
su interés, percibir su fuerza y terminar, en el mejor de los casos
(y como así nos ha ocurrido a muchos) enamorados de un género, la
ópera, nada fácil de ejecutar ni tan siquiera en ocasiones de
disfrutar, pero que tantas satisfacciones y placer proporciona cuando
se produce el entendimiento.
En
próximas reseñas, comentaremos La Traviata y Rigoletto.
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