ESTO ES UN FRANCES, UN MINISTRO Y UN LADRÓN EN UNA REUNIÓN…


La ambición es, según la Real Academia Española, «el deseo ardiente de conseguir poder, riquezas, dignidades o fama». Y con esta premisa nos sentamos en el Teatro Cofidis Alcázar para ver su reciente estreno, El ministro. Una comedia de mucho enredo donde, a lo largo de toda la representación, los buenos y los malos se confunden y los ministros no caen tan bien ni los ladrones tan mal, y viceversa. Porque la verdadera esencia de este texto, escrito por Antonio Prieto y dirigido por Silvestre G, es la ambición humana, la deshonestidad personal y el engaño en todas sus vertientes.
Ramiro —Carlos Sobera— es el ministro de Economía que, como en la vida misma, utiliza todo su poder y sus mil tejemanejes para seducir tanto a su público como a Sandra —Marta Torné—, profesora de francés de sus hijos, que desea un radical cambio de vida. Este encuentro galante surge en el piso de Sandra mientras, en la sucursal del banco del mismo bloque se está produciendo un atraco. Los ladrones del banco —Javier Antón y Guillermo Ortega—, amigos de Sandra y absolutamente en contra de los políticos actuales, entran por la ventana en su intento de escapar del cordón policial que les tiene acorralados. A partir de este punto, la trama se empieza a enmarañar de tal modo que se convierte en una auténtica madeja de difícil desenredo. Todos y cada uno de ellos, en busca de sus objetivos empiezan a dejar vislumbrar ápices de sus miserias, de sus falsos honestos deseos y de lo parecidos que podemos llegar a ser cuando el dinero y el poder se ponen en nuestras manos. Cada uno busca su propio interés y lograrlo ante cualquier adversidad no es problema para ninguno vendiéndose al mejor postor, mintiendo e incluso dejándose la vida.
Silvestre G ha intentado darle a la escena un toque de vodevil donde los actores, muy correctos en su interpretaciones, se mueven de un lado a otro, entran y salen por puertas y ventanas, gesticulan con aspavientos y hacen que sus conversaciones sean tan enredosas, como la trama en sí, logrando las risas del público.
La escenografía es muy cuidada y lograda simulando el interior de una casa del centro de Madrid. El enorme ventanal, rompiendo la caja escénica, da esa sensación de fugacidad a la representación así como ese punto principal de escape para algunos de los personajes. Del mismo modo, el ambiente sonoro y luminotécnico aporta a las escenas el grado de realidad que necesitan: luces de coches de policía, megáfonos, sonidos de llamadas de móvil, luminosidad de tránsito del día…
Ahora y dicho esto, tendréis que visitar a El ministro en el Teatro Cofidis Alcázar. Los días que puede recibir público van del miércoles al domingo —en diferentes horarios que podéis ver en el link del teatro— hasta el 11 de enero de 2015.

Quién roba a un ladrón, cien años de perdón.

Apunta: Vir Casanova




ELENCO ARTÍSCICO
Carlos Sobera
Marta Torné
Javier Antón
Guillermo Ortega

Ficha Técnica y Artística
Dirección Técnica: Gonzalo de León
Diseño Escenografía: Carlos González de la Fuente
Diseño de Vestuario: Look & Art
Construcción de Decorados: Montenegro
Ambientación Escenografía: Marisa Gutiérrez
Iluminación: Filmamedia
Diseño Cartel: Begoña M. Zurdo
Comunicación y Prensa: Galán Comunicación
Regiduría: Mahor Galilea / Ana Maestrojuán
Guión: Antonio Prieto
Ayte de Producción: Ana Maestrojuán
Producción Arequipa: Carlos G. Molano
Producción Ejecutiva: Patricia Santamaría / Javier Rodríguez
Ayte de Dirección: Mahor Galilea
Dirección: Silvestre G.

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