Un
árbol tiene raíces en el suelo
y ramas que rozan el cielo,
y nos recuerda que para prosperar
tenemos que saber de dónde venimos.
y ramas que rozan el cielo,
y nos recuerda que para prosperar
tenemos que saber de dónde venimos.
Wangari
Maathai
Dentro
de la programación de invierno de la emblemática sala Teatro
la Cuarta Pared, y como propuestas de danza-teatro del mes de
diciembre, el pasado 15 pude apreciar un espectáculo original
inspirado en la vida de la Premio Nobel de la Paz Wangari Maathai. Su
titulo: Wangari, la niña del
árbol.
Este
espectáculo infantil, aunque es más bien para todos los públicos,
se pone en pie gracias a la compañía extremeña Karlik
Danza teatro que ya ha experimentado en este mundo de mezcla
artística con otras propuestas como son Princesas
o Niña Frida.
Su
propuesta textual y de danza se basa en la vida de la keniata que
dedico su esfuerzo a la defender los derechos de la mujer, los niños
y la tierra, y que amó y luchó por el desarrollo sostenible en el
que todos podemos participar con un pequeño gesto que al sumarle
otro pequeño gesto hace posible un gran movimiento.
En
sí mismo, el proyecto de tratar sobre un escenario el mensaje y la
vida de Wangari ya es significativo y atrayente, ahora bien si se
mezcla con una original, cuidada y precisa puesta sobre todo de
medios tecnológicos, visuales y escenográficos lo convierte en un
regalo para los sentidos. Destacar, por tanto y con grandes letras,
el espacio y los elementos escénicos donde se sustenta toda la obra.
La
obra tiene momentos de gran belleza como el baile del colibrí o de
gran dinamismo como la venta en el mercado de los productos de la
tierra. Algunos momentos se estiran en el tiempo escénico como la
quema de bosques, pero que debido al juego que se desarrolla con los
elementos no se hacen tan interminables como su duración podría dar
a entender.
Las
actrices y bailarinas hacen bien lo que se les propone dando toques
de humor y de movimiento preciso.
La
dramaturgia es correcta en pro de la importancia de la danza en el
espectáculo, quizá ni siquiera sería necesario texto porque la
danza podría contarlo todo, pero ya que es un diseño para el
público pequeño puede que resulte necesario contar algo de lo que
se sucede en escena.
Recomendable
cien por cien, por lo que enseña y promueve. Enseñar desde pequeños
la importancia de la colaboración y de que cuidar el ecosistema es
cuidar nuestra vida porque somos parte de él es crucial para
conseguir un mundo mejor. Hacerlo a través del teatro, la danza, la
luz y los audiovisuales es un acierto. Por tanto, interesante el tema
y la forma de tratarlo. Acudan a verlo allá donde se lo encuentren.
Se nota que Cuarta Pared elige bien los productos teatrales que
programan.
Dirección
Cristina D. Silveira
Dramaturgia
Itziar Pascual
Espacio
Escénico Susana de Uña
Elementos
Escénicos Pablo Almeida y Gonzalo Buznego
Composición
Musical Seidú
Diseño
de iluminación Francisco Cordero
Video
creación Carlos Lucas y Marcos Polo
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