Dos
pianistas que conviven como pareja artística desde hace muchos años,
toman conciencia, a través de puntuales desencuentros en la convivencia, de
que los espacios físicos que comparten son cada vez más pequeños. Es
este el revelador hallazgo de un texto que nos hace ver que la realidad
que entendíamos como más firme no es sino una representación susceptible
de cambio, pues ha sido construida por emociones y creencias que
también se mueven.
El
texto, que es alambicado a ratos, tiene no obstante una pretensión
naturalista que el director no siempre logra enfocar bien. El autor se
preocupa por dibujar personas con matices y profundidad, personas que se
equivocan y piden perdón, que dudan y se reafirman, que envidian pero
también respetan, que son flexibles ante unas cosas y refractarias ante
otras.
El
exitoso Paco Mir orienta el trabajo de los actores hacia una
interpretación especular, demasiado consciente de sí misma, lo que
muchas veces no nos deja disfrutar de lo que podría pasar dentro de la
caja. Escuchamos las voces con una curva melódica próxima al doblaje y
nos sentimos desplazados, alejados del conflicto. Porque hay conflicto,
ya que los protagonistas son contradictorios y por lo tanto veraces, con
dimensiones que se irán desplegando a lo largo de la representación.
La
trama está diseñada para encerrar con credibilidad a los dos personajes
y obligarlos a hipertrofiar sus fricciones. Funciona esa arquitectura
del desgaste y también la solución escenográfica que es limpia,
sencilla, aporta margen, oxígeno y perspectiva a través de un gran
ventanal con paisaje al fondo que simboliza todo aquello que les falta a
los hombres pianistas en su relación.
Existen paralelismos con el cuadro blanco de Arte, claro, pero en La banqueta hay
más universalidad en el planteamiento y sobre todo una mayor
posibilidad de identificación por parte del espectador. Da igual que nos
aproximemos a la obra desde las relaciones matrimoniales, de amistad,
paternofiliales o de compañeros de piso. Si se dan las condiciones de
proximidad, dependencia e inseguridad que experimentan los
protagonistas, el problema estallará en estos mismos términos.
Si alguna vez te has sentido aprisionado por las paredes del piso que compartes, puedes ir a ver La banqueta al Teatro Galileo y constatar con alivio que no eres tan raro.
FICHA TÉCNICA
Autor: Gérald Sibleyras
Dirección :Paco Mir
Reparto:Ricard Borràs y Pep Ferrer
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