VOLVER PARA NO REGRESAR

Foto promocional de la obra
Con motivo de la muerte de su madre, Rosa regresa a su pueblo natal después de muchos años. Allí se reencuentra con su hermana Mercedes y con un pasado que vuelve a pesar de que nunca se había marchado y que parece que nunca se marchará.
Los paños de ganchillo, obra de aspecto sencillo, indaga en las profundidades más sórdidas del ser: el amor-odio, el rencor, el dolor tan arraigado que produce la impotencia cuando no se pueden entender los actos humanos, el no olvido… Un drama escondido en las almas que se refleja en las caras tristes de nuestras protagonistas. Esa tristeza que invade las miradas de ciertas personas. Esa tristeza que lo inunda todo a su alrededor sin dejar vivir en paz. Aquí ha muerto una madre —dolor profundo donde los haya— pero la tristeza se traía puesta ya de antaño. Los paños de ganchillo se trabajan con primor, se regalan por tapadillo y se reciben como si dijeran «tú y yo sabemos la verdad, pero que nadie lo sepa». Y así llegan a su destinatario, exiliado, marchito, incomprendido y triste. Con ellos se cubre toda la miseria, el polvo histórico de una vida marcada por la vergüenza y el deshonor, siempre en esa vida pueblerina y antigua, esa vida sacada de una pieza teatral del gran Lorca.
Dos mujeres enfrentadas por su pasado con una madre muerta de por medio. Esa madre hacedora de ganchillos, encubridora de los odios contenidos, de los destierros obligados y de las tristezas enterradas pero latentes en esa hija ajada.
Dos mujeres interpretadas por dos actrices soberbias en su actuación, naturales como si hubiesen sido sacadas de la misma historia. Dos mujeres que relatan silencios que cortan el aire y la respiración. Silencios tan bien interpretados que producen esa sensación de incomodidad, de «Dios mío, que termine este silencio ya». Dos mujeres que hablan como hablarían en una vida real. Que se mueven como lo harían en esa cocina de pueblo con sus cacharros de pueblo y sus costumbres ancestrales.
Una escenografía totalmente sacada de la casa de esa madre muerta. Con su mesita camilla, sus sillas desentonadas, sus vajillas de otros tiempos.
En definitiva, una gran obra.
Los paños de ganchillo se tejen en La Escalera de Jacob todos los domingos a las 21:15h hasta el próximo 24 de noviembre y el jueves 31 de octubre a las 20:45h.






Elenco: Ángela Maurín, Gloria Obelleiro y Pedro Ros.

Dramaturgia y dirección: Eva Redondo

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