NO A LA GUERRA

Cartel de la obra
Podrían ser un croata y un serbio, podrían ser una utu y un tutsi, podría suceder en Libia. ¿Quizás Somalia? ¿Afganistan? ¿Sudán? ¿Palestina? Nos da lo mismo el espacio y el tiempo. La historia se repite y el ser humano comete los mismos errores. Las mismas guerras se repiten en distintos lugares y tiempos, da igual que ahora estemos más informados, que la tele nos haga apartar la mirada de la pantalla durante el Telediario. Lo mismo da que en el periódico lo único que veamos entre corrupto y corrupto sean manchas rojas de sangre entre sus páginas. La historia es cíclica y se repite –y parece que se seguirá repitiendo–. Las guerras seguirán declarándose. Por ello este texto es universal, atemporal, eso es lo que lo hace tan contemporáneo. Da igual que el texto se escribiese en catalán por Carles Batlle y se haya traducido al castellano por Alejandro Montiel y que la compañia La Imprudente –que lo presenta ahora en el Festival La Alternativa– sea de Málaga. Como hemos dicho da igual quién y cuándo, lo que nos importa es lo que pasa y cómo un joven es alistado en una guerra fraticida en la que no se siente involucrado, en la que los que eran sus amigos «le han traicionado». Como una mujer de un matrimonio de religiones mixtas ve cómo los «suyos» matan a su esposo y cómo ella es repudiada por sus convecinos en una ciudad asediada por los de su propia sangre. Cómo ella, obligada a prostituirse para subsistir, tiene como primer cliente a ese joven soldado. Como ambos se aferran al recuerdo de esa noche de sexo para intentar sobrevivir emocionalmente a esa locura humana que es la guerra.

The Lady of Shallot de J. W. Waterhouse
Con dos actores –Ana Ráez y Pablo Fortes– y un mínimo de escenografía –una silla y un calendario con la imagen de The Lady of Shalot del prerrafaelita John William Waterhouse– la obra nos llega dentro, nos incomoda por lo insano de la situación y nos hace sentir la locura de esta sinrazón que es la guerra. Cómo una alegoría, la mujer del cuadro nos presenta al personaje femenino. Una mujer que «miró» hacia la ciudad equivocada y eso hizo que se tuviese que enfrentar a su destino, a una muerte inevitable.

El la recuerda por la imagen del cuadro. Ha olvidado su cara borrada por las de los muertos que ha encontrado en su camino, pero no su recuerdo, no su cuerpo, no su cariño entregado aquella noche.

Combate es un texto que nos hace enfrentarnos a nuestra vergüenza como especie que hace que se declaren guerras fraticidas, por causas tan estúpidas, como la religión, la etnia, la raza, o cualquier otro pretexto o excusa.

Texto: Carles Batlle (Traducción: Alejandro Montiel)
Dirección: Sebastián Sarmiento
Reparto: Ana Ráez y Pablo Fortes
Escenografía: Alicia Orea
Vestuario: La Imprudente
Iluminación: S. Langlois
Edición musical: Sebastián Sarmiento
Foto y vídeo: Elena Morisca


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