YO, PECADOR, COMULGO

Cartel
El teatro de Santi Senso ya tiene una marca propia que no solo viene dada por la forma sino también, y sobre todo, por el contenido. Ahora le toca el turno a Sade, al marqués. Y Santi le somete a sus reglas, a su yugo, y parece que Sade, el marqués, se deja; porque entra en el juego y sale transformado: La religión de Sade, es el resultado. Un texto, o más bien un acto íntimo casi improvisado que bebe de las fuentes de los textos de este marqués y de su bio-bibliografía convulsa, extravagante, libre y obscena, provocadora.
A ratos nos muestra a Sade y a ratos se muestra como un seguidor suyo. En este viaje hacia los lugares más prohibidos del placer, vamos descubriendo, compartiendo y creando en la escena (todos porque con Santi nadie se libra de ser actor o acompañante) pasajes de la vida del marqués con el que sufrimos su detención, su juicio, su condena —culpable, por supuesto— su encierro, sus recuerdos —materiales y no— y sus viajes al pasado al encuentro con lo que dejó atrás: una madre que reniega de él y un sinfín de amantes, retratadas en una.

Todo esto desde la estética y la puesta en escena de los actos íntimos. Unos actos que tiene todos un aire de familia y que se caracterizan por la repetición, casi ritual, de ciertas «maneras de hacer»: siempre hay música en directo (preciosa en este acto de sadismo, por cierto), un juego con objetos,  materiales o no, que siempre remiten a un pasado (maleta o caja, memoria, álbumes de fotografías...), una canción como una letanía, una danza o baile: coreografía corporal carente de palabras que remite a un tiempo imaginario o pretérito (en este acto una bella danza báquica, un baile ritual de invocación con un macho cornudo como protagonista) y el cuerpo, como siempre el cuerpo desnudo tomando la iniciativa de la escena, es esta obra, un desnudo más que justificado.

Eso es lo que nosotros vimos en el estreno de La religión de Sade en la Sala Triángulo. Mañana, este acto —cuando tú vayas— será otro acto, otra comunión, porque en este espectáculo el público, sí que tiene la última palabra.

Elenco sadoartístico-tecnicosádico:

Dirigido e interpretado: Santi Senso
Músico (arpa) Alberto Masclans
Dramaturgia de José J. Serrano y Santi Senso
Sádicos creadores Arturo Fernandez, Maribel Paredes, Juan Yuste del Valle, Pablo Acosta, Carmen Pacheco, Patricia Sosa, Fernando Ueso y Lola Jiménez junto a los habitantes del país de Alanís.
Compañía SIMBOLIA teatro de los sentimientos
Confección del vestuario escenográficoArquímedes Llorens
Atrezzo con plumas Henar Iglesias
Atrezzo cuaderno íntimo Lola Caótica
Maquillaje Antonio Naranjo
Foto del cartel de Luis Bravo
Vestuario Izquierdo
Distribuye Arte-Factor
Fotos para la promoción Blanca Halaoui
Creación del acto íntimo dentro de la ermita de San Juan en Alanís de la Sierra, Sevilla.
Nos regalaron su ropa íntima para la creación de la falda de SADE personas sumisas, dominantes, sádicos y sádicas como Eli Carabajal, Coca, Gloria Arcos Alanís, Ana de la Uz, Juan Yuste, Dioni Bejarano (mi mamá), Manoli Espiales Alanís, Loli López Alanís, M.N.A., Macu Alanís, Pablo Acosta, Juan Jesús Sansón, Juanra Alanís, Inmaculada Alanís, Lola Jiménez, Patricia Sosa, Arturo Fernández Alanís, María Pérez Fernández, karla Salas, Dolores Castillo, Marcos Villanueva, Txomin Calvo, Vida Mengual, Ángel Lara, David Gordo.
Agradecimiento a Dani Gómez Make Up Artist, Mundimusica, Allison Make Up Style.

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