Hoy cambiamos de género. Asistimos a la representación de la primera adaptación que se hace de la novela de J.D. Salinger El guardián entre el centeno. Y nos ha sorprendido, aparte de la disposición en la escena de los actores en un trabajo coral que consigue recrear el ambiente emocional de los personajes, la fidelidad al texto original y cómo se recrean determinados pasajes del texto con una escenografía que destaca por su versatilidad y efectismo. Un buen juego de luces y una ambientación musical adecuada ponen el resto.
Y en escena vemos lo mismo que ya leímos en la novela: la vida de un adolescente que fracasa en los estudios, que no se entiende con su familia y que se inicia en el mundo de una sexualidad que aún le queda algo grande. El protagonista Holden Caulfield intenta entender el mundo desde su peculiar óptica de joven incomprendido. Para ello se apoya en sus grandes pilares: el recuerdo de su hermano Allie fallecido de leucemia, el aporte ingenuo y lleno de esperanza de su hermana pequeña Phoebe (el único vínculo que le une aún a su familia), su blog de notas de incipiente escritor y las voces de su propio mundo interior, quizá el único mundo verdadero el que puede todavía afianzarse.
¿Por qué este texto y cómo surge adaptarlo para el teatro?
¿Cómo se afronta, desde el punto de vista de la actuación este texto?
¿De donde viene la compañía?
¿Dónde podéis ver esta obra? Pues en la Sala Tú el sábado 12 a las 20h. y el domingo 13 de enero a las 19h. Interpretada por Fernando Ballesteros, Patricia Díez-Labín, Carola Martínez, Antonia Guardiola, bajo la dirección de Jesús Sanz, adaptador del texto.
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