¡QUEREMOS EL LIMBO!

Cartel de la obra
Como quisiera, 
poder vivir sin aire.
Como quisiera,
calmar mi aflicción.
Como quisiera,
poder vivir sin agua.
Me encantaría,
robar tu corazón. 
Vivir sin aire
Mana

Si metemos en una coctelera: un pez, un anima en pena buscando su lugar para descansar, el psicoanálisis, una canción de Maná y una revisión a la memoria, puede que salga algo extraño, pero si la coctelera es la pluma de Denise Despeyroux lo que resulta de esta mezcla es Por un infierno con fronteras, una divertida comedia con rasgos filosóficos que parte de un original e irónico texto.
Acudir a La casa la portera es una experiencia de teatro cercano, con los actores pegados a tu piel contando historias que bien pudiera ser la tuya o la que te ha contado un vecino. Así es lo que acontece en Por un Infierno con Fronteras interpretado por dos actrices sin trampa ni cartón, de esas que crean sus personajes desde la verdad: Carmela Lloret y Sara Torres.
En este caso lo que cuentan es una historia llena de absurdos enloquecidos y enternecedores que provocan la carcajada o la sonrisa permanente.
Carmela interpreta a Cordelia y como aquella heroína de El rey Lear es sincera, con una sinceridad casi enfermiza que busca lo concreto sin metáforas ni tautologías. Es el alma en pena que tras su suicido, posiblemente en un mundo donde hay demasiada mentira, reivindica el limbo como lugar de descanso. Su protesta se canaliza a través de su terapeuta, interpreta por Sara, a la que vive pegadita desde el más allá, hasta que encuentre su lugar de descanso. Cordelia es el suplicio de Graciela, como Graciela lo fue con su terapia llena de conceptos psicoanalíticos para su paciente.
Graciela y Cordelia, Cordelia y Graciela en un juego de paseo entre habitaciones, implicando al público en sus disparates de recuerdos, metáforas, metonimias y penas de amor y olvido.
Denise es una pintora del humor negro convirtiéndolo en un tono blanco pastel, una sirena de la palabra que cautiva por su modo de jugar con el lenguaje y de contar las historias desde una visión muy característica que ahonda en las almas de sus personajes.
Hay otro personaje silencioso: un pez en su pecera. A veces Ismael otras Bob, no por Dylan, si no por Bob Espoja; por supuesto. Un pez sustituto de otro pez, como los recuerdos son sustitutos de otros recuerdos o las sensaciones de otras sensaciones.
Debido al éxito prorrogan Cordelia, Graciela y Bob-Ismael para que más espectadores se acerquen a su particular terapia. ¿Dónde? En este lugar de elite, La casa de la portera, donde un grupo reducidos de espectadores pueden vivir codo con codo con el teatro y sus protagonistas.






La Casa de la Portera
C/Abades, 24 bajo derecha
Teléfono de reservas: 649397571

Dirección y Texto: Denise Despeyroux
Actuación: Carmela LLoret y Sara Torres.

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