Dicen
que no hay una segunda oportunidad de dar una primera impresión.
Literalmente es cierto. ¿Y esto a que viene ahora? A que cuando los
actores, actrices y músicos de Lo
que sé del amor, desfilan
por el pasillo de la sala de El
Sol de York, la primera impresión es tan magnifica que tienes
cierto temor a que luego algo la desbarate. ¡Oh, sorpresa! Todo lo
contrario; la impresión crece, crece con un ritmo trepidante, unas
actuaciones sobresalientes, un texto original, profundo, irónico,
bien dicho, bien actuado, bien cantado (aunque los micros y otros
acoples fastidiaban un poco el buen trabajo).
El
decorado circense anuncia que siempre hay un más difícil todavía,
y de nuevo cada lección-canción es un reto a superar con increíble
maestreza. Un musical que transgrede provocando y poetizando la
mentira y la verdad del amor.
Nuestra
más grande reverencia a estos maestros de la corporalidad y el
ritmo, enseñando lo que saben del amor –que es amor y desamor a
partes iguales– a un público entregado a sus enseñanzas. Un elenco
completo de interpretes que brillan en lo que se ve que es un trabajo
cuidado en equipo, por tanto un excelso trabajo de dirección, no
solo por eso si no por todo lo que consigue en el escenario. Un
redoble de tambor circense para su director y autor: Antonio
Zancada.
Y
encima de divertir a rabiar al público, ellos de divierten tanto o
más. ¿Será por eso por lo que es un producto teatral de tan buena
calidad?
Por
eso y porque Carmen
Barrantes (experta en perversiones y virgen), a la que ya vimos en El apagón y la estupenda Cabaré de caricia y puntapié, Guadalupe
Lancho (Cher y madre del odio amoroso) Gema
Zancada (obsesiva inocente y sensual) David Martín (el
adolescente amor de voz genial) y Antonio Zancada
(fantástico maestro de ceremonias) son unos dioses de la escena.
(fantástico maestro de ceremonias) son unos dioses de la escena.
Como
proyecto teatral es una delicia de combinación de todos los
elementos tomados de uno en uno que crean un conjunto magnifico:
–Texto
irónicos, duros, corrosivos, provocativos y poéticos.
–Una
producción de bajo coste que parece que se multiplica como los panes
y los peces en su eficacia.
–Un
vestuario sencillo y adecuado con un punto de elegancia y decadencia.
–Una
iluminación acertada en cada ocasión.
Nos
gustaron muchas cosas y mucho todas ellas; por mi parte destacar una
historia de odio y amor cantada y contada en la parte estructural de
la infancia. Esto por destacar alguna, porque todas son
excepcionales.
Acudan
a este circo musical de la vida para aprender lo que ya han vivido
del amor o lo que les quede por vivir.
Les
aseguramos que no se arrepentirán si se adentran en este mundo de la
enseñanza de la mano de tan peculiares maestros. Es un excelente
producto teatral al que le deseamos una larguísima andadura.
¡Enhorabuena, artistas!
El
Sol de York.
Escrita
y dirigida por: Antonio Zancada
Interpretes:
Carmen Barrantes, Guadalupe Lancho, David Martín, Antonio Zancada,
Gema Zancada.
Músicos:
José Luis Fraga, Juan Manuel Latorre, German Latorre, Carlos Salas.
Coreografías:
Alberto Sánchez
Iluminación:
Martín Egeido
Sonido:
Antonio Beltrán
Vestuario:
Godiva García
Maquillaje
y peluquería: Raquel Rodriguez.
Co-dirección
y dirección audiovisual: Rebeca Sánchez
Producción:
Rafa Romero de Avila, Rosa Arroyo, Cristina Pont
Ayudante
producción: Arancha Fernández.
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