EL ETERNO RETORNO DE LO IDÉNTICO

MBIG
Todos sabemos que aquellas obras que se pueden intitular de «universales» son aquellas que tienen por contenido acciones y pasiones susceptibles de repetirse en cualquier tiempo y lugar. Pues bien, nadie dudará de que el Macbeth de Shakespeare está entre ese catálogo de obras para la historia. Y por si acaso hubiera algún escéptico en la sala que se pase por La Pensión de las Pulgas y constate esto que apuntamos más arriba. Porque la propuesta de MBIG —basada en ese clásico shakesperiano— se ambienta en la época actual y nos remite a un contexto de los más contemporáneo. El mundo de la empresa familiar. Y encaja a la perfección, ¡vaya que si encaja!
Una empresa es aquello que se emprende no sin dificultad, pero también eso que tiene como orientación un fin industrial o mercantil y que tiene por objeto fines lucrativos. Una empresa sería entones una familia, una guerra o un imperio empresarial. Todos estos matices aparecen recogidos en este Macbeth revisited.
Pero permitidme que no hable en esta crítica de la maravillosa creación de un espacio escénico, diseñado por Alberto Puraenvidia, que por sí mismo (el espacio) cuenta ya una historia que no necesita de las palabras. Dadme licencia para saltarme también los elogios a la original dirección, adaptación y propuesta escénica ideada por José Martret que pone de manifiesto la idea de que la historia siempre vuelve y nos hace darnos cuenta de que los mismos conflictos, las mismas luchas por alcanzar el poder y las mismas pasiones humanas se presentan ante otros hombres en cada época y que es lo mismo decir —y esta es verdaderamente la tragedia que se nos pone antes los ojos en esta propuesta— «empresa que guerra»; que lo mismo es decir «hermano» que «socio» o «enemigo». Dejadme además que pase por alto el relato de la historia que se nos cuenta en Macbeth o en MBIG y que no hable de una educadísima secretaria perfectamente sometida a los rigores del lenguaje del marketing empresarial que nos informa acerca de los presupuestos ideológicos, de esta gran familia mercantil que es MBIG, en términos de rentabilidad y eficiencia y  que pone por encima de todos los valores el contingente humano (vaya paradoja). Este es el único guiño extemporáneo a la obra de Shakespeare porque el resto del texto es Macbeth en estado puro. Ni tampoco pienso hablaros de esas tres brujas que en la Pensión se convierten en dos, y que son las figuras que nos permiten tener abierto el canal entre pasado y presente, entre realidad y ficción. Esas dos brujas con pintas de secretarias solteronas interpretadas espléndidamente desde la contención y que son el contrapunto a toda una serie de personajes explosivos que se dejan cegar por el ansia de poder y la carne y luego por la locura y los remordimientos. Hablamos aquí del propio Macbeth, de su señora la bella Lady Macbeth, del rey de Escocia, de Banquo, del resto de generales y nobles que orbitan en torno a la corona. Perdonadme que no desgrane aquí, nombre por nombre, el bello conjunto de actores que dan vida a estos personajes y de los que podría decir que encajan, como una coral, a la perfección en este engranaje épico en el que todos están brillantes.

Dejadme solo que diga que Mcbeth desde este MBIG es una mirada a la historia universal, una metáfora de las nuevas concepciones económicas y una clase de teatro, pero también, y principalmente, MBIG es el recordatorio del «eterno retorno de lo idéntico» y el aviso de que en nuestra mano está hacer de lo que necesariamente acontece una obra de arte.
Apunta: Conchita Piña








FICHA TÉCNICA
MBIG (Mc Beth International Group). 
Versión y Dirección: José Martret.
Espacio Escénico: Alberto Puraenvidia.
Reparto:
Francisco Boira, Rocio Calvo, Manuel Castillo,
Inma CuevasVictor Duplá, Maribel Luis,
Rocio Muñoz-Cobo, Pepe Ocio,
Francisco Olmo y  Dani Perez Prada.
MIÉRCOLES a VIERNES 20:30h.
SÁBADO 19h.
DOMINGOS 13h.

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